martes, 13 de abril de 2010

MEMORIAS DE UN MAL CORAZON

La historia que leerán a continuación, es una novela de la vida real, claro con algo de drama, comedia y por supuesto amor y romance (mucho romance), solo en una novela donde cualquier proyección es mera coincidencia ya que solo en una historia como esta es donde podrían juntarse la sociedad, la ciencia, la historia y el amor y por supuesto compartida por una estudiante de psicología (orillada a inspirarse en la tarea que dejó mi profesor)…

(Los nombres de los personajes han sido cambiados para proteger su identidad)

Protagonizada por:

  • Amber (Moscovich).
  • Henry (Jhonson).
  • Franco (Dalla Barba).
  • Anna.
  • Berlyne.
  • Karol.

Nuestra historia comienza alrededor de los años 80’s, en las playas fronterizas en una población llamada Rosarito, un lugar lleno de gente trabajadora y jóvenes con muchas ganas de superarse pero con muchas más ganas de divertirse, ya que nos encontramos en una década donde el calor de la playa, la música, y lo que ellos mismos llamaban plagas, hizo nacer la frase: “déjate llevar” , la cual pronto se hizo popular y utilizada en cada ocasión posible, acompañada de otras frases igualmente usadas como “vive la vida”, “que siga la fiesta”, “sigue bailando”, etc., pero hubo una frase en especial que pronto nacería y sustituiría a cualquier otra ya que esta década en Rosarito comenzaba a salirse de control para los jóvenes que no querían dejar de vivir cualquier experiencia y experimentar toda sensación que esta implicara, ya que cada día surgía algo nuevo.

…Una nochecita de verano en la playa con toda la plaga en ambiente bebiendo, bailando y disfrutando, sale a relucir la protagonista, una chica de 16 años llamada Amber, que a diferencia de las demás que disfrutaban de la compañía de un chico ella contemplaba todo a su alrededor con una máscara de calma que escondía las ansias por comenzar la fiesta, pero algo se lo impedía, puesto que desde siempre la reputación ha sido el tesoro más importante que hay que cuidar, y para esto siempre hay que guardar apariencias, cuidar como nos comportamos, enfrente de quien y en que lugar, de lo contrario pasaríamos a tener que guardar un secreto con nuestra propia vida de ser necesario, porque de lo contrario, ¿Qué haríamos si alguien lo descubriera?...

- Anna: Amber, ¿Qué haces? Ven a bailar, ¿Por qué no has conseguido que alguien te invite a bailar?

- Amber: No lo sé, bueno, más bien no te lo puedo decir, antes quiero encontrar una solución.

- Anna: ¿Qué pasa? ¿Tienes problemas en tu trabajo, en tu casa o que onda?

- Amber: No, para nada, es solo que mira a tu alrededor, cada fin de semana las mejores fiestas del mundo están aquí, con la gente más divertida, pero lo más importante con los chicos más guapos y es horrible tener que elegir solo uno entre tantos, esperamos muchos años para poder venir a estas fiestas y entrar a las plagas y ahora me doy cuenta de que con quien salgas en la primea fiesta, será con el que salgas siempre y con el que vivas el resto de tu vida… Eso no es justo, apuesto a que le he gustado a más de uno y quiero probar.

- Anna: ¿De qué estas hablando? Eso es bueno, te ahorra tiempo y esfuerzo y a demás tu argumento es válido pero no es cierto al cien por ciento.

- Berlyne: ¿Qué pasa chicas? ¿Por qué no están bailando? ¡Hay que vivir! ¡Que siga la fiesta!

- Karol: Pierden tiempo eh, chicas la noche que hemos estado esperando por años y ustedes aquí sentadas, déjense llevar.

- Anna: Amber, la chica más loca de todo Rosarito, ahora resulta que en su primera fiesta solo quiere filosofar.

- Berlyne: ¡Ay vamos Amber! Sabes que no pueden estar aquí hasta los 18 y gracias a mí entraron, no me hagan quedar mal, solo déjate llevar.

- Amber: Esta noche no, tal vez la próxima semana, tengo que pensar, solo no le digan a nadie.

- Karol: Olvídalo, nadie sabe que estás aquí, aunque la verdad que horror que hablaran de mí si me vieran en una fiesta y dijeran que me la pasé sentada, pero a ti nadie te ha visto, así que es como si no hubieras venido.

- Berlyne: Como sea, si Amber quiere estar sola, déjenla, tarde o temprano se dejará llevar, por lo pronto nosotras si vamos a bailar porque Karol tiene razón, a nosotras ya nos vieron y no quiero que mañana digan que vine a una fiesta y no me dejé llevar…

Ahí gracias a Karol, a Amber se le ocurrió la mejor idea del mundo, pensó: “si no me viste- entonces no es cierto, y si no es cierto entonces no podré recordar algo que “no hice””, de esa forma podría ir a muchas fiestas, bailar con muchos chicos, divertirse al máximo y así seguir hasta que encontrara al ideal, y si alguna vez la llegaba a cachar otro, solo respondería: “¿me viste? Si me viste es cierto si no, entonces no me reclames”.

Así pronto pasaron muchos meses y muchos fines de semana de fiestas interminables, y en muy poco tiempo Amber ya había experimentado la sensación de muchos ritmos, conocimientos y labios, fueron demasiadas vivencias en su vida para tan poco tiempo, ahora ya era una experta en citas, secretos, discreción y sobretodo en hacer que la verdad se convirtiera en mentira desde el momento en que ella misma comenzaba a creer lo que decía a cada chico con el que salía, pero ahora tenía que resolver un nuevo dilema puesto que ya había dos personas nuevas que se volvieron parte importante de su vida, un mejor amigo llamado Franco, un chico muy galán, divertido, interesante, etc., etc., pero Franco siempre lograba ser el mejor amigo y nada más, él también ocultaba un secreto, y por otra parte el amor de su vida (¿?) Henry, un chico guapo, tierno, tímido, y muchas cualidades más que cualquier chica quisiera tener en su novio; esta situación trajo para Amber la necesidad de compartir todos sus secretos con Franco y también la duda que la carcomía a cada momento: -¿Por qué si sentía que Henry era el amor de su vida, no quería dejar de vivir su vida como la estaba llevando?...

Cada fin de semana que pasaba indicaba un chico, tal vez nuevo, o tal vez ya conocido que escuchaba o seguía escuchando: ¿Me viste?... después de todo era inevitable, Amber sabía perfecto que un mundo la observaba.

Mientras Franco acompañaba y apoya a Amber con su libertad (o libertinaje) desenfrenada, las amigas de Amber, Anna, Karol y Berlyne, también tenían sus propios chismes que compartir, chismes que tenían que ocultar ante todos, pero sobre todo de Amber.

…Todo había ido demasiado lejos, Amber y Franco compartían demasiado tiempo juntos al igual que Karol y Berlyne, y sin saber exactamente como Henry y Anna ahora ya eran muy buenos amigos, obvio, después de todo él era novio de Amber y ella amiga de toda la vida; así que Amber decidió tomarse unas vacaciones, y comenzó a despedirse de la gente ya que no estaba segura de volver pronto a Rosarito:

- Amber: Anna me voy por un tiempo, lo más probable es que sea mucho y no estoy segura de cuando regreso y por eso necesito decirte algo y quiero pedirte un favor.

- Anna: ¿Qué pasa? Me preocupas, desde hace mucho que no sabemos nada de ti, ya sales sola, algunos dicen que si andas en la plaga los fines de semana otros aseguran que no, mucha gente cree conocerte y Henry, seguido te extraña mucho a pesar de que se ven diario, y no te enojes pero me dijo que se ven muy tarde, ¿Por qué?

- Amber: no quiero hablar de eso, amo a Henry y no lo quiero perder, pero he cometido muchos errores y no estoy segura de que es lo que tengo que hacer, también dicen que ustedes son muy buenos amigos, ¿Cómo se conocieron?

- Anna: ¿Cómo que como nos conocimos?

- Amber: si, a Henry no le gustan los bailes ni las fiestas, es muy tierno, ¿Dónde se conocieron? ¿Por qué se ven? Y ¿Cómo es que el te platica sobre mi? ¿Qué hay entre ustedes?

- Anna: nada Amber, cálmate, solo hemos hablado, además ¿nos has visto? Si nos has visto entonces es cierto si solo has escuchado cosas entonces no deberías creer todo lo que escuchas, no es cierto, Henry y yo a penas si hemos cruzado palabra, te lo juro…

Al escuchar esto Amber sintió un horrible frío recorrer su cuerpo, sus ideas se colapsaron y no supo que pensar sobre esa frase exactamente, ella sabía perfecto que esa frase era usada cada vez que salía con un chico diferente y cuando alguien la veía para librarse de la culpa, ahora lo único que sabia era que tenía que salir de Rosarito lo más pronto posible, dejándole el más especial favor a cargo a Anna su mejor amiga, que cuidara mucho a su novio, que no permitiera que otra chica lo conquistara…

Después de esa extraña despedida Amber fue a buscar a Henry para despedirse de él también y contarle sobre su decisión esperando contar con su apoyo en ese momento tan confuso para ella.

Más tarde al encontrarse con Henry, hablaron por un rato, ambos sentían que debían ser sinceros con el otro pero tenían el temor de perderse y de sentir que habían traicionado de la peor forma posible:

- Henry: Amber, hola, amor, ¿qué haces aquí? No esperaba verte.

- Amber: si, pues, necesito hablar con tigo, es algo importante, he tomado una decisión y espero que me apoyes en esto.

- Henry: me asustas, y por como lo dices supongo que no es nada bueno, oye antes de que digas nada, déjame decirte algo a ti, perdóname si alguna vez te ofendí, te hice sentir mal por algo, o si llegaste a escuchar algo sobre mí, quiero que sepas que nada es cierto y que tal vez si di paso a que la gente hablara pero tu me conoces y sabes que te amo y no quiero perderte así que por favor discúlpame Amber no quise…….

- Amber: oye, oye, oye, tranquilo, ¿de que estas hablando? ¿Qué cosas que me han dicho? ¿a que te refieres?

- Henry: ¿cosas? ¿Qué tu no vienes a preguntarme sobre lo que has escuchado sobre mi?

- Amber: ¿pues de hecho no sabía que hubiera algo que la gente me debiera decir sobre ti? ¿de que se trata?

- Henry: ahm, no nada, olvídalo, tu venias a decirme algo verdad, mejor habla tu, dime, ¿de que se trata?

- Amber: ok, pues sabes, he hecho cosas sin pensar antes de actuar y no me siento segura exactamente de que he hecho y que no pero se que muchos de mis actos son errores y quiero que sepas que estoy arrepentida, pero aun no estoy segura de hablarte sobre eso y tampoco para disculparme, y es por eso que he tomado la decisión de irme de aquí por un tiempo y no se cuando regrese, solo quiero que sepas, que te amo, y mucho, y me gustaría que me esperaras, aunque comprendería si no lo puedes hacer, solo te pido por favor que si decides salir con otra chica me lo hagas saber antes de tomar esa decisión, espero que no te moleste pero le he pedido a Anna que te cuide en mi ausencia.

- Henry: ¿Anna? ¿cuidarme? Y porque a ella, y a demás que me dices de ti, comprendo que te quieras ir, o que necesites irte, pero es muy raro y repentino, como se que no vas con otro o que a donde vayas no vas a salir con alguien más mientras estas lejos.

- Amber: ¿Por qué te sorprende que se lo pida a Anna? Tú sabes que ella es mi mejor amiga, ¿Qué pasa entre ustedes? Ella también me respondió muy extraña al pedirle esto, ¿Qué pasa con ustedes dos eh? ¿Acaso tienen problemas?

- Henry: ¿problemas? Eh, no para nada, olvida a Anna, no quiero hablar sobre ella, mejor responde mi pregunta por favor.

- Amber: pues ya te dije ella es mi mejor amiga y yo te aseguro que mientras esté lejos no saldré con nadie, pero de todos modos desde ahora cualquier cosa que te pida es porque de ante mano yo te prometo que es lo que tu recibirás de mí, no te pediré nada que no este dispuesta a dar yo primero…

Después de despedirse de Henry, si es que a eso se le podía llamar despedida, Amber comprobaba a cada segundo que necesitaba olvidar o al menos asimilar todas aquellas acciones realizadas en los últimos meses y con ello tratar de comprender el para que se había comportado de aquella forma, y entre otras cosas descubrir porque todos quienes la rodeaban se comportaban de una forma tan extraña como si hubieran cometido algún delito y estuvieran tratando de ocultarlo específicamente de ella, sintió que estaba paranoica y que la culpa ahora también la estaba haciendo creer que los demás también se comportaban igual que ella pero ese pensamiento era tan injusto que tenía que salir de Rosarito lo más pronto posible.

Esa noche tomó un autobús a Guanajuato, era el lugar más lejano donde tenía familia que la recibiría con los brazos abiertos, después del largo viaje quiso sentirse segura de que valdría la pena pasar tiempo ahí.

Al cabo de un par de semanas comenzó a aclimatarse, a acostumbrarse a todo aquello que la rodeaba en Guanajuato, desde la gente, las calles, el clima mismo, la comida y hasta las personas , se daba cuenta que todos ellos eran tan igual y a la vez tan diferentes de ella y quienes había conocido en Rosarito, mas sin embargo algo pasaba, una duda seguía en su mente y no podía continuar hasta no responderla, hasta no descubrir que era aquello que la gente ocultaba, porque si de algo estaba segura es que todos estaban ocultando algo, y aunque no supiera que era lo que ocultaban mínimo tenía que saber si el secreto que guardaban los hacía culpables de un delito y por ende si ese delito era similar a lo que ella estaba tratando de olvidar y omitir en su memoria…

Habían pasado más de 6 meses y Amber no había llamado a Henry para nada, decidió seguir su vida en bajío y seguir fingiendo que nada había pasado antes de su llegada a Guanajuato, prefirió creer que todo aquello había sido solo un sueño y que Henry era la cara del amor que ahora sabría reconocer el día que lo tuviera de frente para así jamás dejarlo ir.

Al cansarse en sus mil y un intentos fallidos por encontrar respuestas y aclarar su mente tratando de liberar su alma de la culpa, el tiempo seguía pasando, y de igual forma sus sentimientos hacia Henry cada vez eran menos latentes, día a día conocía más gente y hacía nuevos amigos y todos a quienes había dejado en Rosarito se iban olvidando y lastimaban menos su cabeza así que tomó otra decisión, regresar a Rosarito donde todo había comenzado y terminar con Henry de una vez por todas, después de todo no olvidaba que habían hecho una promesa y no era justo seguir pensando en alguien que ella ya había dejado atrás y mucho menos tener a alguien esperándola e impedirle que continúe con su vida; después de todo, en los meses que habían transcurrido ninguno de los dos se había comunicado con el otro.

Al volver a Rosarito, lo primero que Amber hiso fue hablar con sus padres y familia para hacerles saber que había comenzado una nueva vida en Guanajuato y que era allá donde la quería seguir y terminar, que solo volvía para verlos de nuevo e intentarlos convencer de irse con ella algún día, y decirles que de ser posible ese mismo día regresaría al bajío que solo debía terminar algo inconcluso que había dejando antes de irse.

La mamá de Amber le pidió que hiciera lo que hiciera por favor no buscara nunca jamás a Henry que lo mejor era que ella regresara; aún así después de un par de horas de buscar a Henry para terminar con él de una vez por todas se topó con Franco y él le dijo donde podía encontrarlo, tras dirigirse a la dirección obtenida se encontró frente una puerta abierta y tras de la puerta la imagen que había temido imaginarse y mucho más que fuera real, a su mejor amiga con su novio…

Sin nada que decir ni hacer, lágrimas inconsolables y pasivas no se hicieron esperar rodando por sus mejillas, gracias a un milagro al día siguiente se Amber se vio despertando en Guanajuato con un exquisito aroma a tierra mojada entrando por su ventana.

FIN

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